Las calles de Pisco, aún siguen con escombros, aún no se han podido restablecer los servicios de agua y desagüe, hay viviendas que aún no han podido ser demolidas, una pobladora de San Clemente dice en La República:
"Acá no llega nada de ayuda.Nunca llegó, ni siquiera en los primeros días. Manden ayuda, pero tráiganla ustedes mismos porque si se la dan al gobierno no llega a nosotros",
Pero, también el sismo nos ha dejado una lección (además de mostrarnos que no estamos preparados), y es que "Una mayoría de peruanos tenemos un corazón solidario", como dice el sacerdote jesuíta Ricardo Morales en El Comercio.
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