Nuestros peques estaban emocionados, Emmanuel explorando botones, viendo películas (solo había una de animación para niños: La Era del Hielo 3) y escuchando música. Dormimos poco.
Migraciones Toronto: nos tocó una agente de inmigración amable, el trámite no demoró mucho. Presentamos los pasaportes y la confirmación de residencia permanente que nos entregó la Embajada.
El tiempo de espera restante lo pasamos en la sección de juegos del aeropuerto.
Detectores de metales: A la ida no tuvimos problemas, pero al regreso, las nenas viajaron con sus botas con remaches de metal, esto hizo que los detectores se alocaran y nos recomendaran que para la próxima, usaran otros tipos de zapatos o zapatillas
Viaje Toronto-Montréal: una hora de viaje. Vuelo tranquilo.
Llegada a Montréal: preguntamos por el lugar donde se ubican las agencias de alquiler de autos, y nos indicaron que estaban en el estacionamiento cruzando la calle. Al abrirse las puertas del aeropuerto, sentimos el viento frío en el rostro....bienvenidos a Montréal.
Manejando en Montréal: El GPS solo se puede setear cuando el auto está detenido. Primicia chocherita?...nones, no lo sabíamos. Ya habíamos recorrido las calles de Saint-Léonard con el Google Maps antes, con el Mapa y con la opción de Street Views después, así que siguiendo las señales de tránsito (saliendo y volviendo a la autopista unas cuantas veces) llegamos a nuestro destino.
Ya luego seteábamos el código postal antes de emprender la marcha.
Primera visita a los amigos: En nuestro primer encuentro en un Bembo's de La Marina, en Diciembre 2007, conocimos a dos parejas de esposos. Ahora nos encontraríamos en Montréal.
Visitamos a nuestros amigos CC, los peques jugaron sin importarles el friecito, incluso fuimos al parque cercano a bicicletear.
Escuchar las impresiones de CC después de 8 meses en Montréal fue enriquecedor, aunque no todo son flores, ellos tienen bien clarito que va a hacer en el mediano plazo (integrarse rápidamente al mercado laboral), y a ello apunta su esfuerzo.
Buscando parqueo en Centre Ville: ya habíamos leído que buscar parqueo en pleno Montréal era difícil, pero para nosotros, rentar el auto era una necesidad para recorrer la ciudad y conocerla en esos pocos días.
Así que, nos armamos de paciencia y recorrimos las calles cercanas al hotel aprendiendo ipso facto los significados de las señales de tránsito: sólo para residentes, no parquearse los días tales de tal hora a tal hora porque limpian las calles....en fin, demoramos una hora en encontrar parqueo en la calle del hotel, que ya nos había dicho la recepcionista era la zona posible.
Cerca al hotel encontramos un parqueo que utilizamos una mañana cuando no encontramos lugar
El Hotel: tuvimos un descanso reparador, ordenamos nuestras cosas y salimos a hacer un recorrido por el centre ville.
Visita de JG: Ellos tienen algo más de un año, conversamos sobre sus experiencias en Montréal, la francización, el colegio de los chicos. Un camino distinto de integración (dominar el francés, hacer una carrera técnica en su especialidad), pero igual la tienen clara.
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