Una ventaja de tener hermanos menores, con los que nos separa una diferencia de más de 15 años, es que podemos seguir descubriendo con ellos lo hermoso que es ser niño....pudiendo sentarnos en los muritos de los jardines a conversar. Buena parte de lo que soy como mamá se los debo a ellos.
Recuerdo mucho las veces que llevé a mi hermano Javier al Jardín de Infancia, y él no quería entrar....varias veces regresamos a casa, cuando, al cerrarse la puerta del Jardín, él se quedaba detrás de ella y no quería ir a su salón. Al recogerlo, nos gustaba regresar caminando conversando de lo que veíamos, y a él le gustaba saludar a los señores que regaban sus jardines, a los policías que nos encontrábamos en el camino.
Desde pequeño, no le gustaban las fiestas de cumpleaños ni las fotos.
Son memorables nuestras excursiones urbanas a mi universidad, al Museo de la Nación y al centro de Lima con nuestro listín cinematográfico en manos para ubicar las salas de cine.
Le apasionaba saber de los viajes, un 31 de Diciembre, a las 12 de la noche, dimos los dos la vuelta a la cuadra con nuestras mochilas...
Cuando viajé fuera del país, me pidió que conservara todos los tickets que le pondrían a mi equipaje. También fue él que me dio pistas para navegar en Internet (corría el año 1998 y me demoré un día en encontrar la página web de La República), y le escribió por e-mail a mis compañeras de curso.
Creo que su fascinación por comunicarse influyó en que escoja Ciencias de la Comunicación en la PUCP, donde también participa como anfitrión de los estudiantes extranjeros que vienen por intercambio.
Sé que llegarás lejos, Jarive....Feliz cumple hermanito¡
No hay comentarios.:
Publicar un comentario